Cómo las editoriales buscan (y encuentran) esas novedades
Hace unos años la vía era mucho más clara y casi unidireccional. Los autores y autoras enviaban sus manuscritos a las editoriales o agentes literarios. Una vez ahí, el filtro lo ejercía el lector editorial a través de sus distintos informes de lectura. Ahora, las posibilidades son inmensas, los formatos se han multiplicado y esas nuevas historias pueden encontrarse en todas las plataformas posibles (vídeo, audio o libro). El lector editorial ha agudizado todos sus sentidos para no perderse en ese océano de posibilidades e ir a la caza de ese nuevo best seller. Ha entrenado a su olfato para que rastree y detecte oportunidades literarias incluso antes de que se escriban.
Un momento. ¿Los jóvenes leen?
La duda ofende. Más que cualquier otro grupo de edad. Mucho más. No tenemos más que observar escaparates en librerías o ver las colas para firmar ejemplares de la feria del libro. El informe de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) revela que el hábito lector en los jóvenes entre 14 y 24 años es superior al de otras franjas de edad, impulsado por redes sociales como TikTok, donde hashtags como #BookTok han generado fenómenos literarios globales.
El reto de la novedad editorial
En un mercado donde los lectores demandan constantemente historias frescas, las editoriales enfrentan el desafío de descubrir y seleccionar novedades con potencial de éxito. La figura del lector editorial, encargada tradicionalmente de evaluar manuscritos y realizar informes de lectura, ha evolucionado para adaptarse a la era digital. Las editoriales ya no solo dependen de envíos espontáneos de autores o agentes literarios; ahora también rastrean tendencias en redes sociales y plataformas de autopublicación para encontrar su próximo gran éxito.
Nuevas profesiones en la búsqueda de talento literario
El scout editorial: el cazador de tendencias
El «scout editorial» o rastreador literario es una figura clave en la industria. Su trabajo consiste en identificar nuevas voces y tendencias antes que la competencia. Actúa como intermediario entre escritores, agentes y editoriales, analizando qué libros destacan en otros mercados o en plataformas de autoedición. Eso sí, su trabajo no se limita a libros ya publicados sino que también puede descubrir nuevos autores potenciales analizando sus podcasts, canales de YouTube o redes sociales. En definitiva, está pendiente de cualquier oportunidad para mostrársela a su editor antes de se le adelanten.
Un ejemplo de su influencia es el caso de A través de mi ventana de Ariana Godoy, una novela que nació en Wattpad y, tras su descubrimiento por scouts editoriales, fue publicada por una gran editorial y posteriormente adaptada a serie en Netflix.
Booktubers, Bookgrammers y booktokers: la nueva crítica literaria
El fenómeno de los booktubers (reseñadores o personas que recomiendan o describen libros en YouTube) y los booktokers (influencers literarios en TikTok) ha cambiado la forma en que los lectores descubren nuevas lecturas. Sus opiniones pueden catapultar un libro al éxito viral.
Ejemplos en España de Booktubers como Emeralda Verdú, Andreo Rowling, Javier Ruescas o nuestra querida Ester is reading en YouTube han demostrado cómo un contenido bien estructurado puede transformar la percepción de un libro y convertirlo en un best-seller. Por supuesto, Instagram también siguió esta tendencia y aquí nos encontramos (y recomendamos) a Fernando Bonete o Fiebre lectora.
Este fenómeno ha llevado a las editoriales a colaborar con creadores de contenido para promocionar sus lanzamientos.
El informe de lectura: el filtro esencial
Pese a estos cambios, el corazón del descubrimiento editorial sigue siendo ese informe de lectura que recomienda o no la publicación de una obra en bruto. Este documento, resume la trama, evalúa la calidad literaria y analiza el potencial comercial de una obra. Su objetivo es ayudar a los editores a decidir si un manuscrito encaja en su catálogo y si merece ser publicado.
En un mercado cada vez más digital y veloz, la esencia del lector editorial se ha transformado, pero su función sigue siendo crucial. Ya sea en la figura del scout, del booktuber o del lector profesional, la misión es la misma: descubrir la próxima gran historia.