Escribir mejor: ¿Es recomendable utilizar palabras largas?
Apreciada Mari Tilde, le felicito por su metodología para enseñar la lengua. Ante la problemática que supone la mala utilización del idioma por parte de casi la totalidad de los jóvenes, halago su labor ejemplarizante. Ojalá pueda influenciar en las nuevas generaciones y les dé motivaciones para que sientan la obligatoriedad de cuidar el idioma con la rigurosidad con que usted lo hace. Disculpe mi impetuosidad pero ¿aceptaría un encuentro breve entre nosotros? No dude que mi petición carece de intencionalidad.
Blas Gil
Gracias por sus palabras, Blas, es usted muy amable. También es un poco…, ¿cómo decirlo?, desmesurado. Y no me refiero a que exagere en sus elogios sino a que escribe con sesquipedalismos o, lo que es lo mismo, palabras alargadas sin necesidad. Ese también largo nombre procede del latín, sesquipedalia verba, que se refiere a las palabras de seis pies de medida, ¡casi dos centímetros! ¿Blas, no se da cuenta de lo feo, aburrido y pomposo que quedan tantas sílabas juntas? Ya sé que estos términos tan artificiales los usan mucho los políticos y los empresarios, pero ¿qué saben ellos de escribir bien? Permítame que le proponga una versión más ligera:
Apreciada Mari Tilde, le felicito por su método para enseñar la lengua. Ante el problema que supone el mal uso del idioma por parte de casi todos los jóvenes, halago su labor ejemplar. Ojalá pueda influir en las nuevas generaciones y les dé motivos para que sientan la obligación de cuidar el idioma con el rigor con que usted lo hace.
Mucho mejor, ¿no cree? Y no, Blas, los jóvenes no usan mal el idioma. Ellos lo reinventan, modulan, versionan, adaptan, crean, revitalizan…; no lo estropean, como sí hace usted alargando lo que no necesita alargarse. Y no: no dudo de su intención (aunque sí de su «intencionalidad») y me parecería muy bien que, en general, se dejara llevar por el ímpetu en lugar de por la «impetuosidad». Dejemos lo del encuentro breve, pues dudo que usted sea capaz de imprimir semejante cualidad a nada.
Mari Tilde
Tu consultora ortográfico-sentimental de cabecera