Diferencia entre oír y escuchar
¡Estoy hasta el gorro, Mari Tilde! ¡La gente me suelta cada chapa! Me paso la vida escuchando a todo el mundo. Si fuera camarero en la barra de un bar lo entendería, pero soy un simple frutero de barrio. ¿Hay algo que esté haciendo mal sin darme cuenta?
Ramón Darina
Ramón, después de darle muchas vueltas creo que he dado con la clave. Seguramente el problema está en el verbo «escuchar», que la mayoría de la gente lo usa mal, es decir, como sinónimo de «oír». Pero no son lo mismo, pues «escuchar» implica prestar atención a lo que se oye, mientras que «oír» no. Imagino que tus clientes te dirán «Escucha, Ramón, que el melón del otro día…» o «¿Has escuchado lo que dicen del ferretero?». Y tú, que veo que tienes buen corazón, haces lo que te piden y te pones a escucharlos atentamente. Les das carrete y se enrollan, en lugar de oírlos como quien oye llover y que le suelten el rollo a otro.
Así que ya sabes: no hace falta que escuches cada vez que te lo piden, que la gente no distingue y lo dice por decir. Y, además, para lo que hay que escuchar la mayoría de las veces…
Mari Tilde
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