Ortografía para los juegos olímpicos

El Libro rojo de Cálamo y Cran

El becario precario

Rápido, Mari Tilde, que me han cogido como becario en una redacción y ahora me dicen que tengo que escribir sobre los juegos olímpicos, JJOO, o sea sobre las olímpiadas, y no tengo ni idea de cómo hacerlo… porque en la carrera no he juntado ni tres palabras. ¡Y es que empiezo ya con la tarea! Quiero este trabajo, quiero este trabajo, ¡quiero este trabajo! Como me salga mal, adiós contrato por muy precario que sea. Dame unas nociones básicas, porfa.

Gaspar Dillo

Gaspar, para básico tú y no mis nociones. Además veo que tu precariedad no se limita a la contraprestación de ese improbable, creo yo, contrato sino que sobre todo tiene que ver con tus habilidades periodísticas… que rozan el cero. ¡Pero cómo puedes haberte sacado el título sin redactar nada de nada! Bueno, vamos a poner un parche a tu ingente ignorancia, que en efecto la cosa urge.

Has de grabarte en la mollera que la abreviación de Juegos Olímpicos lleva, como toda abreviatura, punto y, en el caso de plural en el que se duplica la inicial, espacio después: JJ. OO. Ojito porque en tu carta no has escrito nada de todo esto, iletrado Gaspar, y este término lo vas a tener que utilizar a menudo.

Toma buena nota de que por mucho que el adjetivo olímpico lleve tilde en la segunda i, no tiene por qué adoptarla en ese mismo lugar el sustantivo olimpiada, que puede tildarse o no pero que en este último caso lo hace en la i que sí recibe el golpe de voz: olimpíada.

También has de saber, alevín de periodista, que Olimpiadas o Juegos Olímpicos, ambos sinónimos, se escriben con mayúscula inicial en todas las palabras, pues se trata del nombre propio de una competición de carácter mundial. También comparten significado podio y pódium, las dos palabras llanas pero solo con tilde esta última, que por otro lado la RAE recomienda no usar. ¿Y los plurales? Pues podios para ambas opciones porque la Academia no reconoce pódiums por latinizante. Como si eso fuera un problema…

No te vengas arriba escribiendo mayúsculas en los nombres de las categorías, apurado ignorante. No hay motivo para ello al tratarse de nombres comunes: natación, ciclismo, gimnasia rítmica… Igual de comunes, aunque no por ello menos prodigiosos, son los premios, los ejercicios y quienes participan en la celebración. Por eso medalla de oro, barras paralelas y medallista así como portador de antorcha, árbitra, capitana y equipo campeón no incorporan ninguna versal al comienzo.

Y no te quedes corto con los nombres de las sedes en las que se compite ya que, como todo nombre propio de edificio, exhiben unas magníficas mayúsculas en todas sus palabras y, además, se españolizan. Por eso has de anotar que las competiciones de atletismo se celebran en el Estadio de Francia, las de fútbol en el Parque de los Príncipes, las de skate en la Plaza de la Concordia… y no en francés.

Tampoco te olvides de escribir París en español, o sea con su tildecita, aunque no la veas en francés ni en inglés. Los nombres de las ciudades y de los países se traducen a la lengua en la que se escribe. No pierdas el rumbo, pardillo Gaspar.

Llama estadio al recinto deportivo abierto, o sea sin techo, y pabellón al cerrado. Y cuando escribas récord y récords acuérdate de incorporar esa tilde propia de las palabras llanas que terminan en grupos de consonantes, aunque el término sea de origen inglés: record. Y es que lleva años españolizado. Lo mismo que esprint, esprintar, esprínteres y esprínter, que aunque te recuerden a cuestiones del cuarto de baño están tan admitidas como el desusado término original: velocista.

Quizás te entren ganas de añadir una h a declatlón, eptatlón y maratón. Aguanta el impulso, novatísimo Gaspar, que en español ni la lleva ni le hace falta. Y a la última ponle el artículo en el género que quieras, el o la, un o una, porque maratón es tan epiceno como deportista y como eso que a ti todavía te falta mucho camino para ser: periodista.

En fin, Gasparcito, que te veo haciendo horas extras para redactar textos comprensibles, comprobar que en ellos todo está bien escrito y repasarlos cuantas veces haga falta. Te vas a enterar tú de lo que es aprender ortografía en un tiempo récor.

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