Cuanto más cuando menos, mejor

El Libro rojo de Cálamo y Cran

Se parecen, pero no son lo mismo. Hablamos de cuanto menos y cuando menos. Esa d es el cromosoma que las distingue. Mari Tilde nos lo explica con detalle.

​Dos locuciones mellizas: cuanto más, cuando menos

Una generosa menospreciada

Ay, Mari Tilde querida, cuánto me esfuerzo por agradar a los demás y qué poquito me cunde. Y es que cuanto más doy, menos recibo. Y yo espero, cuando menos, un poco de agradecimiento aunque solo sea de cuando en cuando. Me gusta dar, en tanto en cuanto reciba un poco de compensación; pero, en cuanto la espero, no llega. ¿Crees que soy egoísta? ¿Hasta cuándo abusarán, Mari Tilde, de mi paciencia?

Catalina Marcotulio

 

Paciente Catalina, yo creo que la gente abusará de ti y de tu paciencia todo lo que permitas. Si el límite no lo pones tú, nadie lo va a poner. De modo que menos dar a los demás y más darte a ti. Eso no es egoísmo, es sabiduría.

Debo felicitarte por el excelente uso que haces de las locuciones que llevan cuando y cuanto, ya que si bien te has excedido con ellas las has aplicado a la perfección.

Me alegra, sobre todo, comprobar que no has confundido cuando menos con cuanto menos. Este es un despiste que, como habrás observado, se tiene con bastante frecuencia. Usamos cuando menos, sé que lo sabes, como sinónimo de como mínimo. Es la versión culta de por lo menos.

Podrían, cuando menos, darte las gracias por tu generosidad.  

Deberías, cuando menos, poner límites a los abusones.

Sin embargo, tanto la locución cuanto menos como cuanto más nos sirven para introducir comparaciones.

Cuanto menos generosa seas con quien no se lo merece, mejor te irá.

Cuanto más te des a ti misma, más satisfecha estarás.

¿Cómo diferenciar ambas locuciones? Sencillo: cuando menos se refiere a lo mínimo, o sea a lo diminuto, con esa d que también aparece en cuando, pero no en cuanto.

Habrás observado, estoica Catalina, que muchas personas también confunden de cuando en cuando, de vez en cuando, de tanto en tanto y cada tanto, y crean híbridos incorrectos como de tanto en cuando. No me extraña porque la cosa es liosa.

¿Les ayudamos a acertar? No se me ocurren muchas artimañas para aclararse con esto, dada la complejidad del asunto, pero intentémoslo. Si hablamos de tiempo, lo lógico es usar el adverbio cuando.

Voy al gimnasio de cuando en cuando.

Pues yo voy de vez en cuando.

¿Es eso mucho, poco, apenas…? Hum, no se sabe, pero en esa indeterminación radica su encanto.

Pero si nos referimos a una cantidad hacemos bien en acudir a tanto, que, además de muchas otras cosas, significa poco. Propongo usarlo cada vez que queramos indicar no mucho y sin constancia.

¿Con qué frecuencia lees a Cicerón?

Buah, bastante. O sea, casi cada día… Más bien de tanto en tanto… ¿Cicerón, dices? ¿A cuál de ellos te refieres exactamente?

No me olvido de que en tanto en cuanto, con esa sonora t en los dos adjetivos y que tú has usado con total acierto, también causa confusión. Por supuesto, no es sinónimo de las locuciones que acabo de explicar, ya que su significado es en la medida en la que y sirve para introducir una explicación, una justificación, una excusa, una condición… También decimos por cuanto y siempre y cuando.

Voy al gimnasio en tanto en cuanto no tenga otra cosa mejor que hacer.

Yo leo a Cicerón en tanto en cuanto no tenga otra cosa mejor que hacer.

Y juraría que en cuanto y cuanto antes no confunden a nadie, pero por si acaso lo aclaro. El primero significa inmediatamente después si hablamos de tiempo, porque también sirve para decir mientras y como o en calidad de.

En cuanto empiezo a leer ‘Catilinarias’ me entra un sueñito…

Pues yo escucho el audiolibro en cuanto, o sea mientras, estoy en la elíptica.

Es que a mí, en cuanto a generación Z, me tiran poco los clásicos.

En fin, Catalina querida, si a estas alturas de la vida ya has comprobado que tu generosidad no siempre tiene recompensa, deja de dar cuanto antes a quien no te corresponde en semejante medida. Porque, como decía el mismísimo Cicerón: «De hombres es equivocarse; de locos persistir en el error». Y esto va también para nosotras, las mujeres.

Descárgate el Libro rojo

Un compendio de los manuales de estilo de referencia.

Es una obra de consulta rápida y eficaz para correctores, traductores y redactores.

Title

¿Quieres seguir aprendiendo?

Descubre los cursos de creación de contenidos para profesionales del lenguaje.

Este curso de redacción profesional te ayudará a escribir con soltura, claridad y eficacia. Lograrás, de una forma muy práctica, una expresión escrita limpia y libre de errores gramaticales y ortográficos.

¿Quieres seguir aprendiendo?

Descubre otros de nuestros cursos acreditados por la UDIMA.

Este curso de redacción profesional te ayudará a escribir con soltura, claridad y eficacia. Lograrás, de una forma muy práctica, una expresión escrita limpia y libre de errores gramaticales y ortográficos.
Mari Tilde

Mari Tilde

El consultorio de Mari Tilde por Cristina Planchuelo Tu consultora ortográfico-sentimental de cabecera

Descárgate el Libro rojo

Un compendio de los manuales de estilo de referencia.

Es una obra de consulta rápida y eficaz para correctores, traductores y redactores.

Comparte este artículo

Q

¡Únete la newsletter!

* Campo obligatorio


Introduce un email válido

Elige el tipo de contenido que quieres recibir de Cálamo y Cran:


Puede desuscribirse en cualquier momento haciendo clic en el enlace que aparece en el pie de página de nuestros correos electrónicos. Para obtener información sobre nuestras prácticas de privacidad, visite nuestro sitio web.

Utilizamos Mailchimp como plataforma de envío de nuestra newsletter. Al suscribirse, aceptas que tu información será transferida a Mailchimp para su procesamiento. Obten más información sobre las prácticas de privacidad de Mailchimp haciendo clic aquí.