A menudo no sabemos cómo escribir los porcentajes, si llevan artículo, si hay que escribirlos con palabras, ¿con el símbolo pegado al número?, ¿y el verbo en plural?… Mari Tilde, siempre en el punto justo, nos saca de dudas.
Un radical a gran escala
Mari Tilde, soy muy del todo o nada, y sé al 100% que eso no es bueno. Pero es que nunca me salen las cosas a medias. Si amo, es a tope; si odio, lo hago en igual proporción… Mis amigos me llaman drástico, radical… y yo digo que simplemente vivo a gran escala, aunque eso me proporcione algunas cuotas de sufrimiento. ¿Tú qué opinas?
Juampe Dazos
Juampe, no tengo nada en contra de que vivas con intensidad, pero ya sabes que cultivar los términos medios a veces es conveniente, incluso maduro. Creo que para lograrlo debes pensar antes de actuar, así no serás tan impulsivo y podrás llevar una vida más equilibrada. Tu cuerpo te está pidiendo una inmersión en los porcentajes, las partes de un todo. Voy a hablarte de ellos para que descubras su enorme riqueza.
Intenso Juampe, el cien por cien de las veces escribimos los porcentajes con su artículo. Así: el 69,9 %, un 25 por ciento, los nueve por ciento… Como ves, podemos mezclar números, símbolos y letras. Lo único que no nos permite la RAE es dejar solito el símbolo de tanto por ciento cuando todo lo demás se expresa en caracteres alfabéticos. Nunca, por ejemplo, el siete %. Y es que los símbolos deben acompañar a los números, que también son símbolos, y no a las palabras.
Quizás te has dado cuenta de que, sea cual sea la manera en que lo escribimos, siempre lo leemos por ciento, no por cien. Esta última locución solo se aplica a la dosis en la que te gusta vivir, o sea al cien por cien. Y no me extraña esta excepción, ya que a ese cien por cien no le hace ninguna falta ese to, que es la apócope de todo, porque ya lo lleva incorporado en su totalidad intrínseca.
Seguro que crees, ingenuo Juampe, que quien todo lo tiene de todo dispone. Pues te equivocas. ¡Si hasta el cien por cien tiene sus limitaciones! Y es que podemos decirlo de muchas maneras, pero no de todas. Además de la ya mencionada, es posible echar mano de ciento por ciento, cien por cien y cien por ciento. Pero no de ciento por cien. Lo ves, ¿no?, vehemente Juampe: por mucho que te empeñes, la vida no es cuestión de todo o nada.
¿Más ejemplos de esa realidad nunca completa? Ahí va otro: los porcentajes inferiores a diez pueden escribirse con letras o con números, pero no los superiores a él. Escribe tres por ciento o 3 %, pero por encima de la decena y hasta el 99 has de usar los números: 41 %, 62,3 %, 87 %… Cosas de la vida.
¿Te has fijado que el símbolo se coloca después de un espacio y no pegado a la cifra? No lo olvides. Ah, y un asunto importante: la concordancia. El 30 % de los encuestados… ¿piensan o piensa? Esta vez sí, Juampe querido, esta vez es a tu manera: todo. Las dos opciones.
Ya ves, sorpresas nos da la vida. Por eso no hace falta que insistas en tu intensidad, ya que la complejidad de la existencia se encargará de maravillarte.