La cubierta de un libro, su carta de presentación
¡Qué difícil es escribir y publicar un libro! Hay que dar con una idea original (¡casi nada!), sentarnos a escribir páginas y páginas, encontrar un editor que confíe en nosotros para publicarla (o autopublicarnos), contratar un corrector profesional que revise que todo está perfecto, dar con un buen maquetador que distribuya nuestro texto por lo que será nuestro libro y buscar un diseñador que cree la cubierta perfecta. ¿Alguien da más?
Y todas y cada una de esas partes que formarán nuestro libro son igual de importantes: sin una buena idea, nuestra obra no triunfará; sin un editor no llegará al público; si no está editada y corregida seremos el hazmerreír de la profesión y si no contamos con una cubierta lo suficientemente atractiva, nadie nos llevará a casa y abrirá nuestras páginas.
Según los expertos un lector dedica menos de 60 segundos a analizar la cubierta de un libro que ve en cualquier librería para decidir si la compra o no. Por eso es tan importante que contemos con buenos diseñadores para crear la que será la carta de presentación de nuestra obra.
¿Cubierta o portada?
Cuando hablamos de diseñar la cubierta de un libro es importante que tengamos claro de qué estamos hablando. Aunque el público general habla de “portadas” refiriéndose a la imagen que se exhibe en las librerías, esta no es la palabra correcta.
La cubierta de un libro es la imagen exterior, la portada es la página interior que contiene el título , el autor y el sello editorial que lo publica. En ocasiones podemos encontrar también el nombre del traductor, del ilustrador y el del editor y suele estar precedida por una o dos páginas en blanco, que conocemos como páginas de cortesía.
Las partes de una cubierta
La cubierta de un libro tiene que insinuar y transmitir los sentimientos que se plasman en la novela. Su objetivo principal es el de causar un impacto visual en el lector que le atraiga a coger nuestro libro, mirar la contracubierta para leer la sinopsis y acabar comprándonos.
Un buen diseñador de cubiertas deberá encargarse de diseñar:
1. La cubierta
Muchos son los aspectos que debemos tener en cuenta a la hora de diseñarla. El primero es, como no podía ser de otro modo, el tamaño de nuestra cubierta pues de ella dependerá todo el diseño. De hecho no son pocos los libros que cuentan con una cubierta distinta para su edición rústica, de bolsillo y en formato electrónico. Además de las medidas deberemos asegurarnos de las zonas de pliegues de la cubierta y de las dimensiones del resto de elementos de los que hablaremos a continuación. Hasta la más mínima desviación puede notarse en la versión final.
Lo siguiente que deberemos escoger será el color. En este blog ya hemos hablado de la importancia que los colores y los sentimientos que transmiten tiene en el diseño gráfico. ¿Te imaginas un libro de cuentos clásicos infantiles con una cubierta diseñada en tonos negros y rojos? Seguramente al pensar en esta combinación se te han venido a la cabeza novelas de asesinatos y criaturas de la noche. Escoge dos o tres tonos para tu diseño, no más.
Igual de importante que el color es la tipografía, que debe permitir que el título de la obra resulte atractivo y se lea a la perfección aún a distancia. No conviene combinar más de dos tipografías. Si quieres distinguir unos textos de otros recurre a las distintas opciones de tu tipografía: mayúsculas, negritas, cursivas, versalitas… Y no llenes la cubierta de texto. El título y el autor son más que suficientes. Si el libro pertenece a una saga o colección de obras, también puedes añadirlo.
La imagen sería el cuarto elemento a tener en cuenta. ¿Vas a colocar una solo en esta parte o te vas a decantar por una panorámica que cubra también el lomo y la contracubierta de tu libro?, ¿prefieres optar por un diseño plano y monocromo?
Cuando tengas la idea inicial, ponte manos a la obra y haz todas las pruebas que creas necesarias, imprime pruebas de color, consulta a compañeros del sector, al autor de la obra, al editor… La decisión final es tan vital que todo esfuerzo es poco.
2. La contracubierta
Es la parte trasera de la cubierta que suele incluir la sinopsis del libro, la biografía del autor y, en algunos casos, frases destacadas de la obra o alguna crítica hecha en periódicos o por autores de prestigio. Lo más habitual es que se diseñe como continuación de la cubierta, manteniendo los mismos colores, la tipografía y estética generales. Asegúrate de escribir una buena sinopsis y de que esta sea legible, atrayente y no resulte ni demasiado larga ni demasiado corta. Si la cubierta llama la atención del lector, muchos acaban decidiéndose a comprar un libro por lo que encuentran en la sinopsis.
3. El lomo
Es la zona en la que se encuaderna un libro. Suele incluir el título de la obra en la misma tipografía empleada en la portada y el nombre del autor en menor tamaño, además del logotipo de la editorial. Al tratarse de un espacio limitado no deja mucho margen a la imaginación y la creatividad del diseñador, pero hay quienes diseñan toda la cubierta, lomo y trasera incluidos, con una imagen para darle más peso, quienes eligen hacerla en diferentes colores para llamar más la atención, quien piensa en una saga literaria con lomos que creen una imagen al colocarse uno junto a otro…
4. Las solapas
Son un pequeño trozo de papel que se incluyen entre la cubierta y la primera página del libro y entre la trasera y la última página. Ese hueco suele aprovecharse para incluir una biografía del autor, su bibliografía completa, fragmentos de críticas de otros escritores o curiosidades sobre la obra.
¿Quieres aprender a diseñar y maquetar libros o revistas?
Cursos de Diseño y maquetación
Certificado de Diseño gráfico
Certificado de Maquetación digital