Ventajas de la autopublicación frente a editoriales
Que cualquier persona pueda dar a conocer al público sus ideas es uno de los avances más importantes que la tecnología nos ofrece. Significa poder, significa democracia y significa madurez, porque cada uno de nosotros decide qué quiere leer. Sin duda, me hace muy feliz contribuir a este fenómeno y también colaborar con vosotros, autores, a cumplir vuestros sueños.
La idea de este curso nació de la experiencia, de los autores que he conocido y me pedían ayuda para encontrar editorial; de mis alumnos escritores que comentaban en clase sus dificultades y me preguntaban qué podían hacer para que una editorial publicara sus escritos. Lo cierto es que no había una respuesta esperanzadora.
¿Por qué hay autores que no consiguen editorial? Porque sus obras no son adecuadas a las líneas editoriales, porque no tienen calidad, porque las editoriales creen que no tiene utilidad social… Si muchos autores ni siquiera consiguen que las editoriales lean sus manuscritos, ¿cómo vamos a saber si son esos los motivos?
Lo único que sabemos de verdad es que el mercado editorial no puede absorber la oferta de escritores que hay. ¿Es culpa de los editores? No. Aun así los editores solemos ofendernos cuando se habla de autopublicación, pero muchas veces es porque no nos ponemos en la piel de los autores.
Un día encontré a una alumna que había emprendido una batalla a vida o muerte por encontrar una editorial que leyera su obra. Que la publicara ya era otro paso. Es Mariola Diaz-Cano Arévalo, conocida como Mariola DCA. Cada vez que lograba una respuesta de una editorial, porque muchas no contestaban (bastantes tienen en su web «no aceptamos originales»), lo comentaba conmigo. Y así, correo va y correo viene, empecé a acumular un conjunto de respuestas sorprendentes y de experiencias rocambolescas. La realidad supera cualquier ficción, cualquier palabra, cualquier discurso y quedan las experiencias, las emociones, los fallos, los no-debería y lo imperfecto… Los autores saben de qué hablamos, muchos editores a lo mejor no, porque desde cada orilla se ve un paisaje distinto. A lo mejor todos deberíamos cruzar el río para comprender los problemas del otro y sus necesidades.
Finalmente, tras compartir aventuras con Mariola, pensé que podía haber alguna manera de ayudar a los escritores que no encuentran editorial, ni agente, ni lugar en este sector. Todo autor quiere tener un editor (¿cómo no va a querer?). Escribir es un trabajo, editar otro. Pero para todo hay una solución y aquellos que no tienen el editor que merecen, pueden publicar por su cuenta.
¿Alguien cree a estas alturas que no hay sitio para todos?, ¿que el libro digital es un enemigo del papel?, ¿que la autopublicación es un enemigo de las editoriales? Yo no lo creo. Donde algunos ven una amenaza, yo veo una oportunidad, donde algunos ven debilidad, yo veo fortaleza.
A todos los que lucháis por avanzar y encontrar vuestro hueco, a los que miráis el futuro con ganas y optimismo y a todos los que no os cansáis de ser creativos en todo lo que hacéis.
¡Gracias!