¡Cuánta confusión provoca esa a inicial en adelante! No sabemos si quitarla o ponerla ni cuándo hacerlo. Y luego esos posesivos… delante mío*, delante tuya*… Pero que no cunda el pánico: para eso está Mari Tilde, siempre dispuesta a mejorar nuestra vida con sus consejos ortográfico-sentimentales.
La sufridora adelantada
Mary Tilde: por culpa del amor llevo una mala racha muy grande que me tiene hecha polvo. Para colmo esta mañana se me ha estropeado el calentador y he tenido que ducharme con agua fría. Después de una llorera tremenda me he dicho a mí misma: «Adela, tira palante que después de tantas tragedias esto no es nada». Me he tomado una cervecita tranquilamente y me he jurado a mí misma dejar de pensar en lo que pudo haber sido y no fue y avanzar siempre delante. ¿Qué te parece?
Adela Antada
Pues qué quieres que te diga, Adela querida, que una cervecita después de una ducha fría en pleno invierno no me parece la mejor idea. Pero, vaya, que la decisión de no sufrir más y de centrarte en el futuro es la mejor que podías tomar. Ya lo decía Karina: «Mirar hacia adelante es vivir sin temor».
Y ya que desde ahora tu atención solo estará puesta en lo que tienes delante y no en el pasado, déjame que te instruya un poco sobre el uso de este adverbio de lugar.
Está bien que te digas a ti misma «tira p’alante», pero cuando lo escribas has de hacerlo con ese apóstrofo que indica que te has comido varias sílabas para formar una palabra con dos, como en Pies, pa’qué os quiero y en ¿Y el anillo pa’cuándo?
Delante y adelante parecen lo mismo, pero no lo son del todo. Adelante se usa con verbos de movimiento: Avanza solo hacia adelante; Adelante, adelante: pasa o No te eches tan adelante, hombre. Como ves, los verbos que acompañan este adverbio indican desplazamiento, aunque sea pequeño. Al fin y al cabo, cuando nos movemos lo hacemos a algún sitio. Te lo digo por si eso te ayuda a recordar que esta a que implica hacer un trayecto también se la ponemos a adelante.
Delante, por su parte, expresa un estado en el que nos hemos encontrado alguna vez, permanecemos ahora, o queremos alcanzar. Observa: Te colocaste delante del espejo; Nunca pongas a nadie, y menos a un hombre, por delante de ti y Lo repetiré delante de quien haga falta. Por eso, a tu «avanzar siempre delante» le falta esa a que Karina sí puso y que en realidad le sobra porque mirar no implica movimiento físico alguno.
Pero lo cierto es, exsufridora Adela, que adelante se puede usar en ocasiones aunque no haya de por medio verbos que indiquen movimiento, pues decimos, y hacemos bien: En adelante no pienso sufrir, expresión que utiliza el adverbio como una referencia al presente, o Te has puesto muy adelante, cámbiate que aunque habla de un estado y no de un movimiento lleva esa a introductoria. Pero podríamos haber usado delante tan ricamente y habría sido correcto.
El caso es, como puedes comprobar, que con tal de avanzar hacia el futuro y no encallarse en el pasado, podemos usar una y otra forma con bastante libertad. Lo que no debemos hacer es usar alante, ya que no es correcto, ni delante mío o delante nuestro porque, como ya conté una vez, si bien los lugares pueden poseerse, los adverbios de lugar no; son de todo el mundo.
Resumiendo, valiente Adela, no sufras por amor nunca más. Este sentimiento debe provocarnos grandes dosis de ilusión, gozo, entusiasmo… Cuando una persona te dice que te quiere pero te hace sufrir, te está mintiendo. No, no son cosas tuyas ni que seas muy exigente; es que no sabe querer y miente.
De manera que, a partir de ahora, ya sabes: siempre p’alante como los de Alicante.
