«Word es como esa típica persona a la que llevas viendo semanalmente desde hace más de diez años, pero a la que, en verdad, no conoces ni una pizca…». Esto es lo que salí pensando tras la primera clase del curso Trucos Avanzados de Word, de Cálamo&Cran.
Y es que, ¿quién no conoce Word? Este procesador de textos —pensado para trabajar con textos, no para maquetar— es ultraconocido; sin embargo, sus numerosísimas posibilidades y aplicaciones no se utilizan (se dice que un usuario medio solo hace uso de un 20 % de todo lo que ofrece); se usa todavía como si fuese una antigua máquina de escribir. Una pena, porque, ¿cuántas horas pasáis trabajando delante del ordenador? Si sois traductores o correctores, como yo, infinitas. Y, ¿no daríais lo que fuera por ahorraros tiempo automatizando algunas de las tareas que hacéis?
Para mí, ya era hora. Nuestro tiempo vale mucho y, aunque dé pereza, merece la pena con creces hacer un curso como este para ser capaces de aumentar nuestra productividad, no perder tanto tiempo delante de la pantalla y, en definitiva, ganar tiempo y calidad de vida.
En el curso hemos sido conscientes de la importancia que tiene personalizar las opciones que vienen activadas por defecto en el programa (autoformato, reemplazar mientras escribe, autocorrección, opciones de edición, etc.). También hemos aprendido a personalizar la cinta de opciones mediante la adición de una pestaña personal con los comandos que más utilizamos (comienza el ahorro de tiempo), y hemos repasado opciones como «Pestaña vista» (nos muestra los estilos y las jerarquías del documento) o «Ver en paralelo» (muy útil para cotejo de cambios, pues permite el desplazamiento sincrónico en los documentos).
Pero el verdadero jugo del curso vino con las temibles macros, que, como ya sabéis, son operaciones personalizadas que ejecutan un montón de pequeñas funciones a la vez. Infunden respeto, sí, pero son una gran ventaja que ofrece Word. Como mínimo, deberíamos usar una macro de limpieza cuando empezamos a trabajar con un documento para que nos «arregle» todo lo básico: dobles espacios, espacios antes de signos de puntuación, tabulaciones sospechosas, saltos de párrafo para pasar a la siguiente página, etc. Después de las macros hemos trabajado también con los comodines, que son muy útiles a la hora de buscar y reemplazar todo lo que queramos (palabras, números, puntuación,…) en textos extensos. De esta forma, nos evitaremos la ardua tarea de hacerlo manualmente y reduciremos la posibilidad de que se nos escapen errores.
En definitiva, el curso Trucos Avanzados de Word es más que útil: ofrece las herramientas para enfrentarse a un problema, como si se tratase de un sudoku. Eso sí, luego cada sudoku es bien distinto…
Sol Salama
Antigua alumna