¿Una persona de letras puede aprender a programar?

El Libro rojo de Cálamo y Cran

Pues para muestra, un botón. En este artículo intento convencerte de cómo una persona de letras –que no sabía ni qué era un string– puede aprender a programar y desarrollar una herramienta utilísima para la vida diaria de cualquiera.

Verás, cuando estaba pensando en qué narices hacer con el proyecto final del curso de Programación para humanistas, me encontraba de vacaciones en mi anterior trabajo y no paraban de llegarme correos de la más diversa índole: que si mira esto cuando vuelvas de las vacaciones, que estamos pensando optimizar esto de esta o aquella forma… Me llegaban correos y mensajes de texto de gente que parecía ajena al concepto de «desconexión digital». ¿Cómo se suponía que iba a descansar si cada vez que desbloqueaba el teléfono, este estaba inundado de trabajo?

Pero no podía simplemente no abrir el correo, porque en ese momento me encontraba buscando prácticas de mi nueva formación: el procesamiento del lenguaje natural y la inteligencia artificial; entonces tenía que estar al tanto de algunos correos, pero de otros no. ¿Qué podía hacer para desconectar de lo no importante y conectar con lo que me importaba?

¿Por qué nadie había pensado en solucionar este tipo de situaciones?

¡Ah! Pero yo ya sí sabía programar –o de eso intentaba convencerme mi profesor de programación–. ¿Podría hacer yo una herramienta que solucionara este problema? Eso me propuse y en eso consistió mi práctica final de Programación para Humanistas: desarrollé una herramienta capaz de leer mi bandeja de entrada del correo, hacer un resumen de los mensajes no leídos y enviármelo a mí mismo para así decidir si había algo importante entre el océano de correos no importantes de mi bandeja de entrada.

No quiero aburrir con el proceso (más abajo se encuentra mi código de GitHub), pero, básicamente, me autentiqué en Google Cloud y configuré la API para dar permisos a mi futuro programa, tanto de lectura como de escritura (había que leer los correos, pero también había que escribir uno nuevo con el resumen), y utilicé una herramienta llamada Summa (que habíamos visto en el curso) que es rudimentaria pero rápida y útil para hacer resúmenes.

Para mi sorpresa, el programa funcionaba y tuve que darle la razón a mi profesor: ¡sí que sabía programar!

Y ni que decir tiene que logré un diez redondito en la evaluación.

Acceso al código:

https://github.com/telodigoensergio/gmail_sum

Sergio Chicón
Antiguo alumno del curso de Programación para humanistas

 

 

 

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