- La popularidad de Adobe Photoshop es indiscutible, lleva 30 años liderando el sector de la edición y retoque de imágenes digitales. A pesar de que crece la competencia, no parece que vayan a destronarle pronto. Todo el mundo, incluso el que nunca ha usado el programa, es consciente de las enormes posibilidades que ofrece y de los grandes cambios que se pueden hacer en una imagen, de una forma aparentemente asequible. Pero no nos dejemos engañar por su popularidad: no es un programa sencillo, ni con una interfaz intuitiva. Photoshop ofrece un gran número de herramientas, técnicas y procesos que requieren cuidar todas sus fases al detalle para que funcionen correctamente.Dominar estas técnicas requiere de un proceso de aprendizaje y de práctica, mucha práctica. Si, además, queremos usar Photoshop de una manera profesional, integrarlo en nuestro trabajo diario, no podemos conformarnos con cuatro conceptos que aprendamos de manera inconexa en internet. Debemos aprender un flujo de trabajo profesional, una metodología que nos ayude a trabajar de una manera rápida, eficiente y segura. Tenemos no solo que conocer y dominar cada herramienta del programa, sino una forma de trabajar que nos evite perdernos entre todas las posibilidades, que no ofrezca soluciones rápidas, que nos permita coordinarnos con otros profesionales y sobre todo, que nos evite errores que echen al traste nuestro trabajo.
En un mundo en el que la imagen digital tiene tanta fuerza para marcas y empresas, dominar una herramienta como Photoshop es indispensable. En muchos ámbitos profesionales se da por hecho que todas las imágenes van a ser tratadas y retocadas para sacar su máximo potencial. No se concibe la idea de compartir en redes una fotografía de un producto, que pudiéndose mejorar con Photoshop no se hace, eso proyectaría una imagen de dejadez y falta de profesionalidad. Las redes sociales, además, han provocado que el trabajo con las imágenes sea casi inmediato. No hay tiempo para dudas. Si tenemos que manipular o editar imágenes digitales, ya seamos diseñadores gráficos, fotógrafos, diseñadores web, ilustradores, gestores de redes sociales, etc, necesitamos resolver el trabajo de forma rápida, eficiente y profesional.
La mejor forma de conseguirlo, de llegar a ese nivel, es con una formación sólida y de garantías que nos permita crecer y especializarnos. La formación no acabará nunca durante nuestra vida profesional, pero es fundamental contar con una buena base. Nos evitará vicios y malas rutinas que podemos adquirir cuando damos los primeros pasos con Photoshop.
Una buena formación no solo nos enseñará a usar cada herramienta, sino que nos ayudará a entender cómo funciona el programa. No queremos ser máquinas repitiendo técnicas sin saber lo que estamos haciendo. Comprender el programa y sus herramientas nos dará libertad creativa, nos permitirá realizar nuestros propios procesos, encontrar nuestras soluciones y sobre todo, nos permitirá afrontar los desafíos profesionales con seguridad y confianza.
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