Me dispongo a escribir esta reflexión en plena vuelta al cole, con todos los trámites y compras que conlleva subir la cuesta de septiembre. Muchos de estos quehaceres que me devuelven a la dulce rutina los suelo realizar online, lo cual me ahorra al menos algo de tiempo. En concreto, compro por internet con mucha frecuencia. Y lo hago en empresas multinacionales. ¿Te viene algún nombre a la cabeza?
Hace ya unos meses que tenemos integrado en nuestra oferta formativa el Curso de Traducción económico-financiera. En algunas disciplinas, la materia que se aborda al enseñar traducción es muy amplia y cuesta hacerse una idea de las aplicaciones que puede tener en la práctica. No obstante, con el Curso de Traducción Económico-Financiera podemos poner rápidamente los pies en la tierra. Se trata de un curso eminentemente práctico cuya realización reflejará directamente una mejora en aspectos de una gran variedad de actividades empresariales.
Por ejemplo, los cuadernos que compré ayer con un clic han sido expedidos desde China a un almacén europeo y, tras haber pasado los trámites aduaneros, están esperando a que yo confirme mi número de tarjeta, que es mi medio de pago. Introduciré los números mágicos en una página web alojada en un servidor norteamericano. Seguramente, estaré comprando a un proveedor de búsqueda y gestión de entregas que tiene su sede social en un paraíso fiscal como es Irlanda.
En el momento en el que facilite la preciada información sobre mi medio de pago, un trabajador de un departamento de logística dará la orden de entrega a un operador local de transporte, ya en mi ciudad. Pagaré los cuadernos por adelantado, con su correspondiente IVA, que me repercutirá el proveedor religiosamente, donde quiera que se encuentre, ya que las entregas de bienes con componentes internacionales siguen un régimen particular en las reglas de localización del impuesto. En algún lugar del mundo, se contabilizará esta operación como un asiento contable que integrará las cuentas anuales de la compañía vendedora.
¿Lleva alguien la cuenta de los elementos de conexión internacional que reúne la simple compra de unos cuadernos para la vuelta al cole? Acabamos de bajar a la toma tierra, para comprender lo relevante que es la formación en traducción económico-financiera. Todas las fases de la compraventa que hemos descrito se realizan en un entorno internacional y existen corporaciones que demandan servicios de traducción de calidad para competir en el mercado. Solo una traducción fiel y rigurosa de todos los elementos que aúna el comercio exterior conllevará el éxito de la operación.
Con el Curso de Traducción económico-financiera podrás mejorar tu currículum y dirigirte como candidato solvente a a departamentos de logística, márketing, comercio internacional (tanto compras como ventas), transporte, administración, dirección financiera,… etc. En todos ellos es muy apreciada la capacidad de traducir ya no solo expresiones, sino documentos y conceptos que se abordan en la formación que te ofrecemos.
Y ahora, si me disculpáis, os tengo que dejar. Acaba de sonar el timbre. Creo que son los cuadernos.
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