El poder de las palabras: tunéalas para crear emociones
Estamos «infoxicados», intoxicados de información. ¿Cómo destacar entre la multitud de textos? «Haz que tu vaca sea morada», recomienda el gurú del marketing Seth Godin. Es decir, sé diferente: «Hoy en día, la única forma segura de fracasar es ser aburrido. La única oportunidad para el éxito es ser notable», asegura.
Y para conseguir ser notables, no nos queda más remedio que no hacer lo mismo que los demás. Por eso… ¡inventa palabras!
- Une el principio de un término con el final de otro o junta dos palabras breves: hace poco pasé una tarde entera haciendo «elviscochos», bollitos con tupé y patillas. Me puse «fofigorda», claro. ¿Y qué me dices de «Brexit»? Es el cruce de «Britain» y «exit». ¿Y de los últimos «veroños», unos otoños calurosos como tardes de agosto? Seguro que conoces a algún «viejoven», un tipo madurito que no lo parece. Tal vez tengas en tu vida algún «amigovio», una mezcla de amigo y novio. Seguro que has visto varios «trailerbooks» y que ya no soportas más «blogaganda» (propaganda en formato de blog).
- «Googlear» es un verbo inventado: a un sustantivo en inglés se le ha añadido una terminación verbal castellana. Como «feisbuquear» y «trolear». Quizás te gusta «voguear», es decir, entender de moda. ¿Y «shopear»? En los ochenta decíamos a nuestros colegas «¿“drinkamos” algo?».
- «Marichalazo». Esta palabra se la inventó Joaquín Sabina como sinónimo de ictus. Ha hecho dos cosas geniales: por un lado, ha cogido el nombre de una persona notable y, tras un proceso de tuning, ha creado un sustantivo. Por otro, le ha añadido el sufijo –azo para darle más dramatismo. ¿Te imaginas que tu novela fuera un «cincuentazo», un éxito tan espectacular como lo fue Cincuenta sombras de Grey?
- Los acrónimos, que son siglas pronunciadas como palabras, también parece un buen invento: sida, ere, renfe, once y cualquiera que quieras inventarte. Las redes sociales están llenas de ellos: LOL, HAY, WYD, AKA…Por mi parte, te propongo que cada día te hagas un «Lope», un Leer O Ponerse a Escribir.
- «Coopetencia» es un bonito sustantivo. Une el principio y el final de dos palabras antagónicas, «cooperación» y «competencia», que juntas producen un gran impacto. Lo mismo pasa con «telepresencia»: estar presente desde otro lugar. «Exitimidad», lo contrario de «intimidad», es decir, la tendencia a exhibir la vida privada. «Blook», un libro hecho a partir de un blog. Y «eneamigo», el enemigo al que aliarte.
No hace falta que tus textos estén llenos de un lenguaje inventado, pero es sería difícil de leer, pero sí puede resultar eficaz que crees una palabra nueva para empezar un texto o para terminarlo. Recuerda que perseguimos que nos recuerden, y para eso nada como un «palabrazo» final.
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