Este fin de semana he podido asistir y disfrutar de las jornadas de Lenguando, un evento organizado por diferentes profesionales que trabajan con la lengua: Molinos de Ideas, empresa especialista en la tecnología lingüística y procesamiento del lenguaje natural; Cálamo&Cran, empresa referente en servicios editoriales y de corrección; Xosé Castro, conocido divulgador de la lengua, además de traductor, guionista e intérprete, que un día decidieron unirse con el objetivo de hacer algo para su mayor difusión y conocimiento.
Así, traductores, correctores, redactores, profesores… tuvimos estos días la oportunidad de juntarnos y compartir diferentes ideas, experiencias, sensaciones, ilusiones, consejos, todos conectados por un motivo común: el mismo gusto, valor y cuidado con el que tratamos la comunicación y las lenguas. En definitiva, la palabra Lenguando estaba muy bien puesta en este contexto, pues supuso el verbo en gerundio, la acción de la lengua que estaba presente: en nosotros, en la comunicación y en su aprendizaje, un uso que hacíamos de ella en cada momento.
Con este primer evento Lenguando se proponían dar a conocer las posibilidades que nos aporta la tecnología a los que tenemos que trabajar cada día en cualquier área relacionada con el lenguaje. Y lo han conseguido. En estos talleres, de la unión de tecnología y lengua, hemos visto crecer muchas ideas que parecían impensables en nuestras cabezas y que, para algunos, como para mí, continuábamos con la idea de que la informática debía ser el lado opuesto, el enemigo que pertenecía a otra disciplina muy diferente e incompatible, y que por lo tanto, no era accesible a nuestro campo.
Sin embargo, me he dado cuenta que la lengua está muy presente en la tecnologíaque usamos cada día cuando utilizamos los blogs, móviles, redes sociales, correos electrónicos, páginas web…, son nuevos canales de comunicación que en este momento actual que vivimos están cambiando constantemente nuestra forma de comunicar los mensajes; y no podemos dejarlos de lado, ignorarlos, como si ninguna relación tuviera con lo que hacemos.
Se pueden unir, incluso los dos contienen lengua. Con la tecnología una comunicación nueva está surgiendo y cambia nuestros mensajes, y por tanto, el lenguaje está cambiando.
Una de las muchas cosas por la que me gusta el lenguaje y la lengua, es que es algo vivo, es algo que se mueve, que vive en constante cambio y movimiento, y que está al servicio de los cambios exteriores que se producen en el mundo y en los hablantes.
Por ello, creo que estos son los cambios que nos está desafiando la tecnología en estos momentos. Y estos cambios son positivos, pues también nos aportan herramientas útiles para desarrollar con mayor eficacia y rapidez nuestros trabajos como correctores, traductores, redactores, profesores… La tecnología entendida como un complemento que nos ayuda porque nos proporciona otros recursos que mejoran lo que ya tenemos, lo hacen más fácil y accesible.
En estos talleres y conferencias aprendimos a crear un ebook, corregir en pantalla (Word) –lo cual te permite corregir más rápido porque tienes a disposición herramientas que te quitarán las tareas repetitivas que tienes en la corrección-, creación de tu propio diccionario app, edición de textos, redacción SEO para un buen posicionamiento en los buscadores de internet, recursos para el aula en la enseñanza del español, además de la explicación de Enrique Bernárdez Sanchís del porqué de la diversidad de las lenguas.
Contenidos tan interesantes como estos se hacen aún más completos de conocimiento cuando son explicados por grandes conocedores en el ámbito del lenguaje.
Para mí estas jornadas de Lenguando han significado una puerta abierta al interés de conocer más profundamente los recursos tecnológicos de los que la lengua dispone a su alcance, aprenderlos y saber que están ahí y que en algún momento me pueden ser muy útiles como ayuda a mi trabajo.
Parte de nuestra función como profesionales que somos o seremos es adaptarnos y conocer estas nuevas aplicaciones que la tecnología nos está poniendo en el camino, atenderlas, escucharlas y cambiar con ellas, igual que lo hace la lengua.
Muchas gracias por idear y hacer posible este primer evento sobre la lengua y la comunicación; creo que siempre es necesario.
Laura Vera