En realidad, cada soporte en el que mostremos nuestros textos puede tener características especiales y hasta exclusivas que permitan o que recomienden que adaptemos el tono, el enfoque, la estructura y hasta el registro lingüístico.
Escribir un texto para su publicación en internet participa de ambas circunstancias, ya que, por una parte, permite aplicar sobre nuestro texto una gran variedad de recursos y resaltes que otros soportes no permiten y, por otra parte, nos obliga a hacerlo de una manera específica si queremos conseguir cierto impacto y cierta visibilidad.
Aunque muchos de los textos que se publican en internet parecen igualmente aptos para ser considerados como destacables por los motores de búsqueda de los principales buscadores, realmente no es así. Son sorprendentes las carencias que, en ese sentido presentan la mayoría de los textos, incluso los publicados por grandes medios nada sospechosos de carecer de los medios técnicos y humanos necesarios para conseguir mejores resultados.
Si queremos escribir para internet con el objetivo de conseguir una audiencia para nuestro blog, nuestra web o para el medio en el que trabajamos, deberemos seguir dos máximas: escribir para humanos y escribir para máquinas.
Esta no es una afirmación gratuita, más bien al contrario. Cuando pensamos en escribir parece claro que lo haremos para ser leídos por humanos, sin embargo, no siempre somos capaces de crear textos legibles o accesibles a todos los posibles lectores. Y esto sin tener en cuenta que cuando leemos en internet no nos comportamos del mismo modo que cuando leemos un libro, por ejemplo.
Además, en la escritura para la web debemos tener en cuenta a las máquinas (los motores de búsqueda) que se encargarán de categorizar y clasificar nuestro texto entre otros miles que esperan obtener un buen posicionamiento para, cuando alguien los busque, ser encontrados fácilmente y antes que los de la competencia.
Con estas premisas, la escritura para la web ya no se parece tanto a escribir. La observancia de los distintos parámetros que deben cumplirse para que el texto tenga un mínimo de opciones en lo que a posicionamiento se refiere resulta fundamental. Pero no es menos importante crear textos interesantes, útiles y atractivos para nuestros lectores, porque escribimos para que vuelvan a leernos, ¿no?
A todos estos condicionantes se suma una dificultad propia del entorno de internet, como es la velocidad: la velocidad con la que un visitante de nuestra web es capaz de determinar si nuestro texto le resultará útil, si leernos le costará más trabajo que el beneficio que le dejará el hacerlo; la velocidad con la que otro texto puede reclamar su atención, la velocidad…
La competencia por captar y mantener la atención del usuario de internet es salvaje. Fórmate para tenerlo más fácil.
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